Desde que Benji cumplió 2 años…
Benji cumplió dos años el pasado 30 de mayo y creanme que desde ese día otra historia se cuenta en relación a su carácter y personalidad.
¿Malo? Para nada, si bien es verdad que las mañas han aumentado, a veces sin razón aparente y que su tolerancia a la frustración se ha vuelto practicamente nula (pese a que ha ido mejorando mucho estas últimas semanas) no es menos cierto que su sentido del humor, su capacidad de entablar una conversación y su seguridad ¡han aumentado mucho! Tanto así que no hay día que yo no me sorprenda de sus gracias y habilidades.
Desde que cumplió dos…
Los 2 años parecen ser definitivamente un momento de muchos cambios en la vida de los niños. Están aprendiendo nuevas cosas y entendiendo de a poco el mundo que les rodea. Desde la página de Ser Padres indican que los dos años es una edad intensa llena de cambios, en la que los niños dan pasos de gigante en la conquista de su independencia.
En lo personal, desde que Benji cumplió sus dos años siento que se han reafirmado en él aspectos muy propios de su personalidad y carácter como también su autonomía y su esencia tierna y amorosa. Por otro lado ha aprendido muchas cosas de las cuales como toda mamá me siento orgullosa y se ha vuelto un niño super entretenido. Bueno, siempre lo ha sido, pero ahora la entretención de los días se ha multiplicado y cada día reafirmo lo partner que somos en todo.
Sin embargo no todo es tan fácil con un niño de 2, porque parte de esta edad son las tan comunes pataletas, las frustraciones, las mañas, la tenacidad y la necesidad infinita de que les pongamos atención en todo, al menos así ha sido con mi hijo, que ha llegado a una edad que sin duda requiere de mucha paciencia, amor, destreza y un infinito sentido del humor de parte de nosotros.
Sus cambios
Desde que cumplió los 2 años Benjamin ha reafirmado varios aspectos que ya venía mostrando desde hace tiempo, como por ejemplo su obediencia (aunque si tiene sueño o hambre es maña segura), su capacidad de concentración que es mucha y su capacidad de expresión.
Por otro lado en el área cognitiva ya ha aprendido los números hasta el 10 en español e inglés, ha aprendido a contar objetos y las letras del ABC también en español e inglés. En el área física ya sube y baja las escaleras solo (yo sigo teniendo miniinfartos cada vez que lo hace), juega a la pelota cada vez mejor (chutea con la izquierda) y ya se intenta equilibrar un poco en la bici roda que le compramos para su cumpleaños. Es una locura lo rápido que todo esto ha pasado, el desarrollo de los niños de 2 es impresionante.
Sin embargo y cómo no todo puede ser perfecto, en estas últimas semanas ha pasado algo que no me esperaba, y es que se ha puesto mañoso para comer ciertas comidas, algo que jamás, jamás de los jamases había pasado, ya que el Benja era súper bueno para comer y yo jamás había tenido ningún problema para darle una cucharada. Pero ahora es otra historia al respecto porque con una capacidad de decisión increíble me dice “No me gusta eso” y yo quedo “¡plop!” Teniendo que inventar otras formas de lograr que coma aunque sea un poco. De todas formas siempre lo hago en forma tranquila, porque no les miento que no me suelo estresar demasiado si un día no come, ya que siempre le doy algo para reemplazar esa comida y digo “bueno, mañana si comerá“ , algo así como una especie de “mantra” (jaja) que me ayuda a entender que no es tan grave si un niño no come un día una de sus comidas regulares. Lo importante al fin y al cabo es que lo haga frecuentemente. No obstante todo esto es necesario reconocer que siempre hay días y días y algunas veces esta situación si resulta ser efectivamente un poco frustrante para nosotras las mamás, eso no se puede negar.
Según expertos y la experiencia que me han comentado otras mamás y que yo misma vivo hoy, es muy común que los niños cambien sus hábitos alimenticios cuando están en una epoca de transición de comidas. Por ejemplo Benji está pasando desde sus comidas picadas a las comidas más enteras, y esto puede provocar un cierto rechazo. Ante esto creo que lo único que queda es la paciencia y comprensión.
Sumado a lo anterior, ahora me exige hacer ciertas cosas SOLO, como sacarse la chaqueta, bajar algunos peldaños de la escalera, o subirse a la cama. Si lo ayudo mejor ni les cuento el reclamo que me hace o en el peor de los casos la maña jaja.
Ahora tampoco le gusta mucho abrigarse, excepto si va afuera, ahí si me pide polerón o chaqueta (ah! y mascarilla). Por otra parte muchas veces elige él por las mañanas que zapatos se pondrá, así que se me hace dificil comprarle cosas ahora porque ya no se si querrá ponerselas en el primer intento, así que obligadamente debo tomar nota mental de lo que se que podría gustarle y en base a ello dicidir a la hora de comprar.
Tampoco le gusta que lo llene de besos como antes, ahora me deja, pero si no quiere, lo hace notar. Lo mismo con las fotos, ya no es tan facil como antes hacer un photoshoot con él.
Pienso que todo esto tiene que ver con la autonomía y capacidad de decisión que ahora sabe que tiene. Por ello a mi me queda sólo aceptar y buscar formas entretenidas y amigables de convercerlo. Aquí es dónde debe haber mucha paciencia por parte de nosotras aunque cueste.
En cuanto a su tolerancia a la frustración, esta sin duda ha disminuido, algo muy normal y muy típico de la edad según lo que he leído y conversado con otras mamás, ya que por ejemplo se molesta si se le cae un bloque de su torre, o si él mismo se cae al piso, de hecho cuando se cae al suelo me dice “no me caí” y si es muy fuerte llora de pura rabia de haberse caído jaja. No se si eso será común o no, pero me llama la atención y me causa gracia su reacción.
Me he fijado también que ya no comparte tanto como antes, especialmente juguetes con otros niños. Esto sin duda es normal, ya que están entrando en una etapa en la que aprenden el sentido de posesión y reconocen la palabra mío. Además no debemos olvidar que todos los niños estan sociabilizando menos en estos momentos, por lo que el aprendizaje en este sentido se ha retrasado un poco. Sin embargo igual reconozco que se esfuerza por compartir y me escucha cuando le enseño a hacerlo. Algo que sin duda valoro mucho.
La mejor parte
Definitivamente la mejor parte de toda esta etapa es que Benji se está volviendo un niño muy divertido, gracioso y feliz. Basta con decirles que el otro día se despertó y lo primero que dijo en la mañana fue “¡estoy feliz!” Y luego añadió “¡papá estoy feliz!” Ese tipo de cosas sin duda me llenan el alma. Saber que pese al cansacio de los días, él crece feliz es impagable.
A los 2 años mi pequeño Benji se ha convertido más que nunca en mi partner o mi mini amigo. Vamos juntos a todos lados, disfrutamos juntos el pan con palta y las medias lunas, jugamos juntos (especialmente cuando el mismo me dice “juguemos juntos mamá” y no me queda mucha opción jaja) y estamos comenzando a conversar y a reír de los mismos chistes muy seguido.
Sin duda somos muy unidos, y espero que esta relación se mantenga así a través del tiempo. Quiero que siempre sepa que puede confiar en mí y en su papá también, y bueno por qué no decirlo, en todos aquellos que lo aman.
Amo cuando se concentra en sus cosas o juegos nivel lengua afuera. Amo que se exprese y que esté aprendiendo bien lo que significa amar, relacionándolo con un sentimiento bueno hacia sus seres queridos. Y también amo que ahora me diga de forma espontánea que me ama, esperando un abrazo y un beso de mi parte ante ello.
Así las cosas estoy siendo la mamá de un niño entretenido, espontáneo, muy perfeccionista y detallista, con un carácter determinado a veces y otras tantas muy dulce y muy pasivo. Un niño al que le gusta seguir las reglas (en eso se parece a mi, que soy muy cuadrada), que le gusta mucho jugar a la pelota, leer y jugar con letras y colores, y que cada noche antes de agarrar su tetita ( si, sigue tomando) dice “Gracias Señor por el día de hoy” .
Mi hijo definitivamente me alegra los días con su sonrisa, conversaciones, chistes entretenidos y nuevos aprendizajes. Es por ello que hace tiempo atrás cree el hashtag #mamadisfrutasermama como una forma de mostrar que las mamás, pese al cansancio, la falta de tiempo, las dudas, las frutraciones, etc, disfrutamos a nuestros hijos a diario y nos llenamos el alma de todo ese amor que nos dan ellos y que nos hacen dar.
Es cierto eso que dicen de los terrible twos, no les voy a mentir, pero de todas formas amo como se comporta gran parte del día. Además todas sus etapas han pasado tan rápido que seguramente esta también volará y lo mejor en ese sentido es aprovecharlo al máximo, sobretodo porque ya de a poco está tomando su independencia, y creo que voy a extrañar cuando ya definitvamente no quiera tenerme a su lado siempre.
Soy una mamá afortunada de tener a este pequeño de 2 años conmigo que dice ser feliz y que lo demuestra cada día.
Así también creo que tu también eres increíblemente afortunada si tienes un niño de esta edad, porque ellos son sin duda maravillosos y llenan los días de emociones a mil.