Hace poco más de un año visitamos con mi marido el restaurante BORAGÓ en Vitacura, y la verdad es que desde ese día puedo decir que tuve una verdadera y perfecta experiencia culinaria.

Fuimos para celebrar para celebrar nuestro quinto aniversario de matrimonio. Hace tiempo atrás él me había dicho que quería ir a este restaurant del que habíamos escuchado, así que pensé “¿por qué no celebrar este año en ese lugar?” Sabía que no era un lugar barato, pero creí que visitarlo valdría la pena y así me puse manos a la obra para que la visita fuera toda una sorpresa para él.

Recuerdo que miré la página web, la página de instagram, googlié el restaurante y leí reseñas sobre el y sobre la fama mundial de su chef Rodolfo Guzmán, quien en la actualidad es el único chef latinoamericano en la lista de los 10 mejores según The Best Chef Awards y su restaurante, Boragó, está en el top 10 de la lista Latin America's 50 Best Restaurants. Con ese panorama no podía decir que no a la celebración que tenía en mente. Hice la reserva online y luego recibí una llamada de teléfono del restaurante para afinar los últimos detalles, querían saber si era alergica a algún alimento o si tenía alguna restricción alimentaria.

Cuando el día de la celebración llegó, le dije a mi marido que fuéramos a comer a un restaurant rico, enseguida se animó, así que pedí un uber y me mantuve en silencio sobre el destino para no echar a perder la sorpresa, obvio. A los 25 minutos aproximadamente estábamos en un lugar cercano al restaurant bajándonos del auto. No tenía ni idea donde quedaba realmente la entrada porque nunca había ido y porque su entrada no es para nada vistosa, de hecho desde afuera no se puede mirar adentro del restaurant. Media perdida le dije que me siguiera para elegir restaurant (justo hay varios en el sector), hasta que por fin lo descubrí y le dije ok, llegamos! Cuando mi marido vio el nombre del restaurant se le dibujó una tremenda sonrisa, realmente tenía ganas de visitarlo y que mejor que fuera en nuestro aniversario. Misión cumplida Meli!

Apenas entramos pude sentir la atmósfera amable y tranquila de lugar, te reciben con cordialidad y te llevan a tu mesa ante la mayor expectación que puedes tener de un restaurant con estrella Michelín. Lo que vino después fué un menú fantastico desde la entrada hasta el postre.

Más de 10 fueron los platos que llegaron a la mesa, todos preparados con la máxima dedicación. Eran platos tan hermosos que daba hasta pena comérselos. Realmente en este lugar la comida también es un arte. No obstante los platos no sólo se quedan en lo estético porque también el sabor es una experiencia única y esto yo creo que es porque los ingredientes que usan son endémicos, convirtiendo los sabores en algo único que problablemente nunca hayas probado antes ¿quién ha probado flores recolectadas de una montaña? ¿o murtillas con leche de cabra? ¿o una abeja de trufa? Es por esto que es probable que con cada plato sientas una explosión de sabor en tu paladar y la emoción de volver a sorprenderte con la comida como si fueras un niño comiendo por primera vez. Al menos así nos sentimos nosotros ese día.

En cuanto a la atención, todo maravilloso, los trabajadores saben bien su rol y siempre están pendiente del cliente. En tu mesa no se cambian los platos, si aún no has terminado el anterior, porque siempre hay alguien de punto fijo preocupado de que todo salga bien. Incluso cuando te paras para ir al baño, alguien corre a moverte la silla, lo que ciertamente me parece algo muy tierno, aunque no digamos que estoy acostumbrada a eso, así que me impresionó bastante.

Mi marido y yo salimos del lugar con una sensación muy agradable, después de haber disfrutado casi por 4 horas de diferentes platos, de reír y de conversar de lo increible de la cena. Lo mejor es que quedamos super satisfechos, porque si bien los platos son pequeños, son tantos que terminas igual sintiendo regaloneado al máximo. Fue un gran aniversario!

Si te llama la atención y quieres visitar este premiado restaurant, te cuento que BORAGÓ trabaja con un menú endémica que cambia según las estaciones del año y que cuenta con diferentes tiempos, entre ellos, la entrada, los platos principales, postre, y que está basado en el territorio de Chile con ingredientes únicos y orgánicos, muchas veces sacado de su propia huerta. Así en cada tiempo puedes encontrar 3, 4 o 5 platos diferentes, todos traídos a tu mesa con la mayor cordialidad, profesionalismo y cuidado.

Te dejo su página web para que puedas visitarla y ver su menú y precios. Por otro lado lo que te puedo decir es que si bien no es un lugar barato que puedas visitar a diario a menos que seas millonario, es que vale la pena vivir esta experiencia culinaria al menos una vez en tu vida y cuando vayas trata de vivir el momento al máximo.