Cómo ayudar a tu bebé a dormir mejor según el libro "Dormir sin lágrimas" de Rosa Jové
Antes de comenzar a escribir este post, me gustaría contarles por qué estuve ausente del blog los últimos días.
El viernes pasado le realizaron una cirugía a mi bebé con el fin de corregir un mega uréter obstructivo que le detectaron desde antes de nacer. No sé preocupen, fue una cirugía rápida, aunque el proceso fue complejo para nosotros y para él. Lo bueno es que se está recuperando muy bien y está feliz y sonriente como de costumbre.
Nosotros estamos adaptándonos a sus cuidados y rutinas, muy contentos de que la primera parte de la operación haya salido bien gracias a Dios. La segunda parte se realizará cuando cumpla el año.
Por esa razón no escribí en el blog, había tanto que hacer previo a la cirugía y mi mente estaba tan concentrada en ella que me costó pensar en otra cosa. Pero ¡Aquí estoy! De regreso con ustedes, escribiendo como me encanta en este blog.
¿Cómo ayudar al bebé a dormir mejor?
El sueño del bebé es algo que a los padres en general y sobre todo a los primerizos nos preocupa mucho. Siempre respecto a este tema nos surgen interrogantes como ¿Estará durmiendo bien? ¿Estará durmiendo la cantidad de horas necesarias? ¿Si le quito la siesta, dormirá mejor en la noche? y así suma y sigue la lista de interrogantes que nos hacemos en torno al sueño de nuestros hijos.
Personalmente tenía muchas dudas en cuanto al dormir de mi bebé, ya que precisamente ahora que tiene nueve meses y que comenzó a vivir una nueva etapa en su desarrollo ha estado con muchos cambios en su sueño. Por esa razón comencé a leer el libro dormir sin lágrimas de la psicóloga clínica infanto juvenil y antropóloga de la crianza Rosa Jové y aquí en este post les quiero compartir sus consejos para ayudar a nuestros hijos e hijas a dormir mejor.
Antes de hablar de los consejos para ayudar a mejorar el sueño del bebé, es necesario que entendamos que el sueño es un proceso evolutivo. Muy bien lo explica Rosa Jové en su libro donde señala que el sueño es un proceso que va cambiando según la edad del sujeto y según sus necesidades, o sea cambia según seamos bebés, niños, adolescentes,adultos o ancianos.
Por esta razón no debemos alarmarnos si un bebé no duerme bien o despierta cada cierta cantidad de horas durante la noche, ya que esto es totalmente normal. En este sentido y a modo de comprender mejor las razones que explican los expertos, un bebé de 0 a 3 meses suele despertar constantemente, ya que necesita alimentarse de manera frecuente y mantener la alerta de un cuidador (generalmente la mamá). Por esto es que los expertos desaconsejan crear rutinas de sueño para un recién nacido, ya que sería perjudicial. Por su parte los bebés de 4 a 7 meses también tienen un dormir inestable porque es en esta etapa cuando su sueño se comienza a regular y les cuesta adaptarse a este cambio. Y por último desde los 8 meses hasta los 2 años los niños(as) pueden presentar problemas en el dormir que se relacionan por un lado con la llamada angustia por separación, dónde los bebés y niños tratan de aplazar al máximo la hora de dormir para no tener que separarse de sus padres, y por otro, por la ansiedad que les produce esta nueva etapa dónde gatean, se mueven y descubren un entorno que antes era desconocido para ellos.
Lo anterior nos aclara de cierta forma algunas de las razones del por qué los bebés y niños no presentan un dormir como el de un adulto. Así que si estabas preocupada (como yo en muuuuchas ocasiones) puedes relajarte un poco sabiendo que esta situación es totalmente normal. Rosa Jové agrega incluso que los niños no alcanzar un dormir como el de un adulto, sino hasta los 6 años.
¿ Qué podemos hacer?
Pese a lo anterior, siempre ayudar a nuestro bebés a dormir mejor ¡es un alivio! porque duermen bien ellos y de paso también nosotros. Así que aquí les dejo estos consejos super útiles que de seguro les ayudarán a dormir algunas horas extra.
1.- lactancia.
La lactancia materna ayuda a nuestros a dormir mejor por dos motivos. Primero por el contenido de la leche materna y luego por el continente.
En cuanto al contenido de ha señalado que la leche materna contiene entre sus componentes L-triptofano, un aminoácido que ayuda a conciliar el sueño. Por esa razón muchos bebés, sobre todo cuando están en sus primeros meses de vida, se quedan dormidos al rato de haber empezado a tomar pecho.
Por esta razón se recomienda la lactancia materna durante la noche, además de que es durante la noche cuando la hormona prolactina alcanza un nivel mayor produciéndose mayor cantidad de leche.
En cuanto al continente el pecho tiene un efecto relajante sobre el bebé. Por un lado dado a que las guaguas se relajan con el reflejo de succión, Imagínense que relaja y calma tanto que a alguien se le ocurrió inventar el chupete. Además está comprobado que un bebé que succiona el pecho duerme mejor que uno que succiona mamadera, ya que succionar el pecho es un ejercicio que cuesta más realizar y por ende cansa, permitiendo dormir de forma más profunda.
Por otro lado el pecho facilita el contacto piel con piel entre la madre y el bebé, esto ayuda a que el bebé escuché los latidos del corazón de su mamá, sienta su olor y su cercanía, ayudando así al bebé a dormir mejor.
2.- Colecho
Cuando un bebé nace depende en su totalidad de otra persona (por lo general la madre) para poder sobrevivir. Por ello busca con todas sus fuerzas a su cuidador, asegurándose así su subsistencia. De hecho vienen con una alerta que les avisa cada vez que esta figura no se encuentra a su lado y es por eso que despiertan cuando los dejamos en la cuna o cuando no estamos durmiendo con ellos.
Durante la noche esta búsqueda de cuidador no cambia para nada. Ellos siguen necesitando a su madre de la misma forma en que la necesitan durante el día y es por esto que el colecho viene a ayudar a que tanto el bebé como la mamá duerman mucho mejor, a diferencia de aquellos casos en que el bebé duerme separada de la madre, sobre todo cuando duermen en otra pieza.
Colecho significa estrictamente compartir la cama, y cohabitación, compartir la misma habitación. Los especialistas recomiendan siempre la cohabitación para que los niños puedan dormir mejor y el colecho, cuando se cumplen ciertas garantías.
Garantías para que el colecho funcione de forma segura.
El bebé no debe dormir boca abajo.
medidas de seguridad e higiene de la habitación.
El colchón debe ser lo suficientemente duro como para que el bebé no quede atrapado. Ni usar colchones de agua o poner el colchón de tal forma que la guagua quede entre el colchón y la pared.
Las sábanas no pueden tener lazos o cintas que puedan rodear al bebé.
No taparle mucho, ya que los padres mantienen la temperatura del bebé con su cuerpo.
Los padres no deben ser fumadores habituales, ni fumar en la habitación donde duerme el niño.
Los padres no pueden estar bajo el efecto de ninguna droga, alcohol, o medicamento que pueda impedirles reaccionar y atender al niño rápidamente.
Los padres no deben padecer obesidad mórbida.
Los expertos señalan que cumpliendo todos estos requisitos, más una atmósfera saludable, la posibilidad de matar a un niño por sofocación es igual a cero.
Beneficios del colecho en relación al sueño.
Minimiza los riesgos de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) si se practica de forma segura.
Ayuda al bebé a aprender a pasar de una fase del sueño a otra, ya que sincroniza su respiración con la de su madre. Además, y esto es super importante, la respiración de la madre también le sirve de recordatorio para que continúe respirando en caso de tener un apnea.
Favorece a que la madre pueda seguir durmiendo mientras amamanta a su bebé. Además mientras esto ocurre ninguno de los dos se despierta demasiado.
Regula la temperatura corporal del bebé por la noche gracias al calor que le proporcionan los padres.
Según el doctor Haslam, el colecho es una manera eficaz de tratar los trastornos del sueño, ya que lo considera una herramienta terapéutica muy reparadora. Incluso ha comprobado que niños que han padecido violencia al dormir con sus padres muestran una notable mejoría.
3.- actitudes responsivas al bebé
La supervivencia es una de las prioridades del bebé, por eso se manifiesta con llanto cada vez que necesita algo o cada vez que se siente amenazado. Por ello será un bebé más tranquilo si respondemos rápido a sus necesidades y lo acompañamos.
Esta tranquilidad lo ayuda a conciliar mejor el sueño porque sienten confianza y serenidad, evitando el estrés, que está comprobado que altera los periodos de sueño y los despertares.
A su vez la tranquilidad en el bebé le ayudará en otros aspectos, ya que al tener menor estrés, el cerebro libre de alertas puede concentrarse en nuevos aprendizajes.
Para lograr esto es fundamental responder a las necesidades del bebé de forma oportuna, haciéndole sentir que su necesidad de apego está satisfecha con su objeto de apego (la madre) y que no tiene más que hacer que relajarse y confiar.
Espero que estos consejos ayuden a sus bebés a dormir mejor y de paso las ayuden a descansar más a ustedes.
Recuerden comentar y compartir con sus amigas.
¡Cariños!