MeliTorres

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Lo que he aprendido sobre motricidad fina y motricidad gruesa en los bebés

Motricidad fina y motricidad gruesa, dos conceptos que si bien había escuchado antes, nunca había tenido tan presentes en mi día a día cómo hasta ahora, que me convertí en mamá de un bebé que crece cada día y que por ende se desarrolla a pasos agigantados.

Por esa razón me puse a investigar sobre estos conceptos de los que había escuchado tanto de la boca de pediatras, expertos, otras mamás y de mi mamá. De que se tratan, cuál es la importancia y cómo estimular un desarrollo sano, son algunas de las cosas que aprendí y que ahora quiero compartir con ustedes.

¿Que es la motricidad?

Según el diccionario de la lengua española la motricidad se define como acción del sistema nervioso central o de algunos centros nerviosos que determina la contracción muscular ante ciertos estímulos. En el fondo se relaciona con aquellos movimientos voluntarios y que se realizan de forma coordinada con pequeños o grandes grupos de músculos. Dicha coordinación se va adquiriendo a medida que el niño o niña se va desarrollando, ya que los movimientos realizados por un recién nacido son involuntarios e inconscientes y a medida que va creciendo, va adquiriendo mayor voluntariedad en los movimientos y luego mayor coordinación en ellos.

La motricidad a su vez se clasifica en motricidad fina y gruesa. La motricidad gruesa es aquella que el niño (a) va adquiriendo para mover armoniosamente los músculos de su cuerpo y mantener el equilibrio, además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos. En el fondo se trata de cualquier gran movimiento que se realice con los brazos, piernas, pies o incluso el cuerpo como un todo.

Por su parte la motricidad fina es la facultad de hacer movimientos que requieren de precisión. Son acciones más pequeñas que requieren el uso de grupos musculares como las manos, muñecas, dedos, labios y lengua. Un clásico ejemplo de este tipo de motricidad es la pinza que realiza el niño (a) con los dedos de las manos para tomar objetos.

Desarrollo de la motricidad fina y gruesa:

La motricidad en nuestros hijos es algo que se va desarrollando a medida que van creciendo, ya que van adquiriendo las habilidades propias de la edad, las que se desarrollarán mucho mejor con la apropiada estimulación.

A su vez ambos tipos de motricidad se van desarrollando de forma simultánea, ya que muchas acciones requieren el esfuerzo combinado de los grupos musculares grandes y chicos.

Desarrollo de la motricidad gruesa

La motricidad gruesa varía dependiendo de la edad de tu hijo (a), así por ejemplo un bebé comenzará a rodar, luego a sentarse y luego a gatear y/o a caminar, para más tarde empezar a correr y a saltar.

  • Desarrollo de la motricidad fina:*

Esta motricidad según los expertos también se va desarrollando a medida que los niños van creciendo. Así por ejemplo cuando son bebés agarran objetos o usan los labios y la lengua para probar distintas cosas. Luego cuando comienzan a crecer empiezan a  adquirir nuevas habilidades entre las cuales están: sostener un tenedor, agarrar cosas con los dedos de las manos en forma de pinza o aprender a usar un lápiz o una tijera.

Importancia de la motricidad fina y gruesa.

Por un lado el control de la motricidad fina no sólo pone de manifiesto la maduración del sistema nervioso, sino que además es fundamental para el aprendizaje, especialmente antes de introducirse en la lecto-escritura, ya que requiere de coordinación y entrenamiento motriz de las manos.

Por su parte el seguimiento de la Motricidad Gruesa es de vital importancia en el desarrollo integral del niño, ya que  incluye movimientos musculares de: piernas, brazos, cabeza, abdomen y espalda. Permitiendo de este modo: subir la cabeza, gatear, incorporarse, voltear, andar, mantener el equilibrio, etc. A su vez esta motricidad abarca las habilidades del niño para moverse y desplazarse, explorar, conocer el mundo que le rodea y experimentar con todos sus sentidos (olfato, vista, gusto y tacto) para procesar y guardar la información del entorno.

Así pues, el ámbito de la motricidad está relacionado, mayormente, con todos los movimientos que de manera coordinada realiza el niño con pequeños y grandes grupos musculares, los cuales, son realmente importantes porque permiten expresar la destreza adquirida en las otras áreas y constituyen la base fundamental para el desarrollo del área cognitiva y del lenguaje.

Juegos y actividades para estimular la motricidad.

Desde la página web de somos mamás recomiendan una serie de actividades que ayudan a desarrollar la motricidad de los bebés (as) dependiendo de la etapa en la que se encuentren. Aquí les dejo algunas de ellas.

Bebé de 0 a 4 meses:

Rozar sus manitos y sus pies:  Cuando los bebés nacen tiene diversos reflejos, entre ellos está el reflejo prensil, el que hace que un bebé cierre su mano cuando siente el roce de algo. Algo que estimula el tacto del bebé.

Seguir objetos con la mirada: Mover un juguete de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

Cantarle o hablarle mirando su carita: Este ejercicio sirve mucho, ya que el bebé tratará de fijar su mirada en el rostro de su mamá.

Bebé de 4 a 8 meses:

Aplausos: Toma sus manitos y juntalas como aplaudiendo. Puedes mientras cantar una canción entretenida.

Cascabeles: Los cascabeles son ideales para el desarrollo de la motricidad fina. La idea es que el bebé llegué al punto de pasar la sonaja de una mano a otra. Seguramente esto tomara tiempo, pero mientras puedes dejar que la nueva e inventar algún juego con ella.

Móviles: Los móviles funcionan para establecer la coordinación ojo-mano y la agilidad para tomar objetos cada vez mejor.

Amarrar juguetes con cuerda: Con esto estaremos estimulando la motricidad fina, ya que el bebé tendrá que agarrar la cuerda haciendo una pinza con sus dedos para poder moverlo.

Que tome objetos cada vez más pequeños: Ojo que no deben ser tan pequeños como para provocar un accidente, sólo que sean más pequeños de los que habitualmente usa, siempre vigilando de cerca, jugando con él.

Leer cuentos: Leer siempre es bienvenido, sobre todo cuando el bebé participa dando vuelta las hojas del libro. Trata de que tu hijo de chiquitito tenga un libro en mano. Empieza a leerle cuentos y a mostrarle los dibujos e imágenes desde pequeño.

¡Caricias! Las caricias también ayudan a desarrollar motricidad fina. Deja que tu bebé te acaricie el rostro cuando esten cerca.

De 8 a 12 meses.

Tiempo para dibujar: Cuando el bebé se acerca al año, es hora de comenzar a dibujar juntos. (Nosotros estamos comenzando de a poquito con esta actividad.) Con esto estaremos ejercitando la mano y la muñeca.  Además dibujar es una herramienta que ayuda a la adecuada gestión de emociones, por lo que tiene varios beneficios.

Al momento del baño, sumergir juguetes bajo el agua: Con esto tendrá que mover sus manitos bajo el agua tratando de agarrar el juguete.

Armar Legos: Esto es algo que ya comencé a hacer con mi hijo y me encanta ver cómo él, lengüita afuera, trata de armar Legos, esforzándose por poner algunos juntos.  

Bloques: También hace varios meses atrás BabyLee comenzó a insertar bloques en juguetes que tenían un orificio para ello. Al principio no tomaba mucha atención al juguete y más que nada jugaba sólo con los bloques o los tiraba en cualquier lado, pero de a poco empezó a tratar de ponerlos en el lugar correspondiente. Ahora por ejemplo los trata de colocar en cajas, recipientes y los pasa de un lugar a otro sin ayuda.

Con estas actividades estaremos estimulando la motricidad de nuestros bebés y ayudando a que se desarrolle mejor.

Sin embargo no te preocupes si ves que tú hijo no puede realizar alguna. Recuerda que cada bebé tiene su ritmo. Además considera que dependiendo de si es niña o niño tendrá mayor facilidad para ciertas destrezas, por ejemplo las niñas, dada la estructura de su cerebro, tienden a desarrollar la motricidad fina mucho antes que los niños.

Espero este post les haya gustado. Recuerden que pueden comentar, compartir, dejar sus opiniones, críticas y consejos. ¡Todo es bienvenido!

¡Que tengan un gran día!