Mamá, Conocerás al amor de tu vida

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Dicen que el amor de tu vida te llena por completo y que lo reconoces porque sientes una profunda admiración y orgullo por el. Dicen también que el amor de tu vida es tu fans número uno y que te conoce y reconoce de una forma única y especial. Pero lo más importante, dicen que el amor de tu vida, cambia tu vida para siempre.

Si estás esperando a tu bebé, déjame decirte que dentro de muy poco, sientas o no ese instinto maternal del cual muchos hablan, conocerás al amor de tu vida y ese amor transformara tu persona y tú vida completamente.

Son tantos los cambios que se experimentan al tener un bebé que probablemente sientas algo de ansiedad y confusión al principio. Es por ello que se hará muy necesario aceptarse y adaptarse. Aceptarse porque como seres humanos no somos perfectos y probablemente nos vamos a equivocar mucho en este nuevo rol, pero hay que aprender a aceptar esos errores, tomarlos como parte del proceso de aprendizaje y seguir adelante. Y adaptarse porque no solo hay que aprender nuevas formas y rutinas, sino que también conocer a ese ser indefenso que solo depende de tí, reconocer su personalidad, sus necesidades y sus diversas maneras de expresarse.

El sueño, el tiempo y las prioridades son sólo uno de los muchos aspectos que cambian cuando te conviertes en madre. Si antes te preocupabas sólo de tí, ahora tu bebé estará primero, y si antes dormías a la hora que podías y querías, ahora todo dependerá del nuevo integrante de la familia. Yo recuerdo haberme preguntado en alguna ocasión, ¿Será realmente así como dicen? Y déjenme decirles que lo es. Puede que al principio puedas dormir un poco más porque los primeros días, el bebé que aún no entiende que está fuera del vientre materno, duerme bastante, pero esto es sólo una posibilidad porque en mi caso por ejemplo mi hijo dormía en horas en las que a mí me costaba conciliar el sueño, además aprovechaba para sacarme leche, ordenar algunas cosas o bañarme. Todo esto sumado al cansancio post parto hace que tus ojeras sean capaces de llegar hasta el suelo.

Junto con los cambios llegan también otros invitados. Las opiniones de terceros en la mayoría de los casos se vuelven parte de esta etapa, lo que puede hacerte sentir gran frustración si es que esas opiniones llegan de forma masiva, contradiciéndose unas con otras, o si vienen a cambiar la forma que tú como madre naturalmente has adoptado.

Con lo anterior no quiero decir que las opiniones de los demás, generalmente de aquellos quienes han experimentado la paternidad o maternidad antes que tú, sean un aspecto negativo en tu nuevo rol. Al contrario, creo que muchas de las opiniones, ideas o consejos que recibimos son de gran ayuda. El problema está en que a veces no se dicen de la forma adecuada, o llegan en una etapa donde te sientes a punto del colapso.

Sumado a todo lo anterior, en el post parto nos enfrentamos a cambios corporales y hormonales importantes. Puede que hayamos aumentado un poco de peso, o bien puede que no, pero que cueste adaptarse a ese abdomen inflado que se demora un poco en recuperar su forma anterior. Esta situación suele afectarnos como mujeres, tal vez deprimiendonos un poco, ya que las primeras semanas o el primer mes es común andar en pijama, con bata, con dolor en los pechos debido a la lactancia, con un abdomen hinchado y con el semblante cansado.

Todos estos cambios yo también los experimenté, y lo único que puedo decir es que somos muchas las mujeres que en algún minuto de nuestras vidas lo vivimos y que tratamos de enfrentarlo de la mejor manera posible.

Por todo esto y como una forma de apoyarlas en su proceso, aquí les dejo algunos consejos que tal vez les puedan servir a las mamás y futuras mamás en sus primeros días de post parto.

1. Ármate de mucha paciencia, nada es eterno.

La paciencia es imprescindible en esta etapa de la vida. Se paciente y no dejes de intentar. En algún minuto todo cambia, nuestros bebés comienzan a crecer y nosotras a aprender cada día más junto con ellos. Es cuestión de tiempo para que estemos lo suficientemente adaptadas a nuestro rol. Pronto dominaremos el “arte” de la lactancia, nos dejarán de doler los pechos, conoceremos a la perfección a nuestro hijo o hija y seremos capaces de establecer una rutina de paseos, sueño y alimentación que acomode a ambos. (El o la pediatra ayudará también luego en este aspecto).

2. Lee todo lo que puedas acerca del post parto.

Eso te ayudará a despejar muchas de tus dudas y a tener información oportuna.

3. Las opiniones de terceros recíbelas como tal.

Queramos o no durante esta etapa vamos a recibir muchas opiniones, algunas requeridas, otras no tanto. Recibe las opiniones y buenos consejos de tus más cercanos y de aquellos que sólo quieren verte un poco más aliviada. Y las de los demás escuchalas sin sentirte obligada a seguirlas.

4. ¡No te sobreexijas!

El ser mamá es un trabajo de tiempo completo, que con el pasar de los meses va complementándose mejor con los otros quehaceres. Por ese motivo no te preocupes si ves que no tienes tiempo para hacer las cosas que antes hacías. Las mujeres estamos acostumbradas a hacer muchas cosas a la vez, pero en este momento concéntrate en tu bebé y deja lo demás para después. Es totalmente entendible, así que relájate.

5. No hagas todo sola.

Acepta ayuda. Y si no la tienes, vuelvo sobre el punto anterior, no te sobreexijas.

6. Duerme cuando tu bebé duerme.

Este es un consejo muy bueno que a mí me dieron. Cada vez que tú bebé duerma, duerme tú también. A mí me costó un poco seguirlo, pero después te das cuenta que lo necesitas. Recuerda que tú debes estar bien y lo más descansada posible para tu bebé.

5. Confía en tu instinto.

Eso me lo dijo una amiga una vez y nunca más se me olvidó. Cada vez que tengas dudas sobre algo recuerda que tú conoces la respuesta la mayor parte del tiempo. Tú eres mamá! Y nadie sabe mejor que mamá lo debe hacer con su bebé. No por nada se te designó ese rol. Confía en los nuevos dones que Dios te ha dado como mamá.

6. Regálate una sonrisa.

Si hay algo que necesitas en este bello proceso es ser amable contigo misma. Recuerda que eres hermosa y no has dejado de serlo, es solo que tus prioridades han cambiado momentáneamente. De todas formas, algo que te puede ayudar es ponerte algo lindo y cómodo, maquillarte un poco (sólo si es que quieres) y salir una vez que puedas a pasear con tu bebé. Yo lo hacía y creanme que es algo que ayuda y que te beneficia tanto a tí como a tu bebé.

Recuerda, pronto te cambiará la vida, pero será porque conocerás a un gran amor y te aseguro que será lo más hermoso que podrás vivir como mujer.

Ser mamá es un proceso difícil, sobre todo al principio, pero será gratificante al final de cada día. Disfruta tus días con ese ser que te ama y que es tu mejor fan porque pasarán tan rápido que no te darás ni cuenta cuando ya el amor de tu vida te comience a llamar mamá.

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