Diario de una mamá: Técnicas de relactación

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Como les comentaba en el post anterior de Diario de una mamá, mi lactancia comenzó complicada dada mi falta de experiencia. Por esa razón trabajé duro en amamantar a mi hijo y con la ayuda de una excelente asesora de lactancia y nutricionista infantil, logré alimentar a mi bebé a través de leche materna y conseguí conectar con él desde el amor y el apego.

Pero esto no fue fácil. Tuve que aprender mucho sobre posiciones de amamantamiento, técnicas de lactancia, liberarme de aquella ansiedad que me producía pensar en la posibilidad de no llegar una lactancia exitosa, y lo más importante, comenzar la relactación, ya que había empeorado mucho cuando me dijeron que le diera el primer relleno a mi bebé.

Técnicas de relactación:

Primero quisiera contarles lo hermoso de estas técnicas. Yo utilicé una de ellas y la verdad es que son técnicas que nacen desde el amor y de las ganas de alimentar a nuestros hijos, ya que que requieren tiempo y sacrificio. Tanto así que incluso un padre o una persona distinta de la madre las puede utilizar en aquellos casos en que la madre, por alguna razón de fuerza, no pueda amamantar al bebé los primeros días o por un tiempo, cómo por ejemplo que se encuentre hospitalizada.

Por otro lado estas técnicas también y comúnmente se utilizan cuando existen problemas con la lactancia como por ejemplo que el bebé rechace el pecho, no logre acoplarse o cuando por alguna razón se ha perdido la lactancia.

Para realizarlas se utiliza un relactador, esto es un dispositivo que cuenta con dos partes básicas: un recipiente y una sonda. El recipiente, en el caso de ser un relactador comprado, dispone de un cordel que permite colgarlo en el cuello para que no moleste y para que esté en una posición más o menos alta respecto al pecho. De esta manera, si el relactador está alto, la leche fluirá por la sonda con más facilidad.

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El recipiente también se puede preparar de forma artesanal utilizando una jeringa extra grande a la cual se le conecta una sonda.

Sonda al pecho.

Para realizarla debemos pegar la sonda al pecho y así cuando el bebé succione obtendrá más leche no solo del pecho, sino también de la sonda.

La recomendación es que la leche del recipiente sea materna extraída y no formula, aunque también se puede utilizar.

Esta técnica es muy favorable para que el bebé se anime a tomar del pecho y mejore el acople.

Yo utilice esta técnica y la verdad es que me sirvió un montón para conseguir una buena lactancia. Mi truco era que luego de unos minutos, retiraba lentamente la sonda y así el bebé seguía succionando sólo del pecho.

Sonda al dedo.

Muy parecida a la técnica anterior, pero en este caso la sonda se pega al dedo índice en vez de al pecho.

La idea de estas técnicas es que el bebé no se acostumbre rápidamente a la mamadera, olvidando el pecho.

Otra opción, si es que estas técnicas te parecen incómodas, es darle la leche al bebé en una mamadera especial que estimule efectivamente la succión, donde el bebé no reciba la leche de forma rápida y fácil. Yo les recomiendo la mamadera CALMA de medela.

Por último, si no deseas que tu hijo se acostumbre a la mamadera, dado que cuando esto ocurre a veces se complica la lactancia, una muy buena opción es darle la leche en vasito plástico pequeño porque así no se acostumbran a tetinas que pueden interferir en tu proceso.  

Si estás pasando por una  lactancia un poco compleja, espero que estas técnicas te ayuden y que puedas superar el proceso de la mejor manera posible. Mucho ánimo ¡eres una mamá grandiosa!

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