Diario de una mamá: Crianza con apego, una forma de crianza respetuosa

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Si hay algo que me ha llamado la atención en este nuevo proceso de ser mamá, es la cantidad de veces que he escuchado frases (afortunadamente no de mis cercanos) en relación a “no mal acostumbrar” a los bebés a los brazos ni a la cercanía, para que no se críen demasiado consentidos. Para que decir lo que opinan algunos sobre dormir con el bebe. Y es que para algunas personas pareciera que fuera antinatural acunar al bebé, mecerlo, pasearlo en los brazos o simplemente estar cercana a él por largo tiempo. Por el contrario pareciera que fuera muy normal dejarlo llorar o sólo por largo rato, incluso cuando son muy pequeños.

Pese a lo anterior, yo desde que me convertí en mamá, nunca me sentí cómoda con esas frases, para mí lo natural era el cariño y la empatía. ¿Cómo podría dejar llorar a un bebé sólo para que no crezca “mal criado” cuando naturalmente existe la necesidad de contenerlo y cuando esto es algo que a nadie le gustaría que le hicieran?

Exactamente de esta cercanía natural de una madre con el hijo o hija, y de lo muchos beneficios que conlleva para un bebé la misma, nos habla tanto la teoría del apego desarrollada en el siglo XX por el psiquiatra John Bowlby, como la crianza con apego impulsada por el pediatra William Sears y basada en la teoría ya creada.

La crianza con apego más que un método, es una forma de vida que adoptan los padres para criar en base al amor, a la empatía y al respeto y que señala que cada bebé tiene la necesidad biológica de estar próximo a su madre, de ser acunado y protegido entre sus brazos, para luego poder desarrollar una personalidad segura y confiada.

Pero ¿qué es el apego?

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Recuerdo hace unos 9 años atrás a un profesor de Derecho Laboral en la Universidad que cuestionó la existencia del apego mientras yo exponía con unas compañeras sobre post natal. O sea se habrán imaginado mi cara y mi molestia en ese momento. Afortunadamente el apego es algo que hoy no se discute.

La Unicef ha definido el apego como “El lazo afectivo fuerte, perdurable y recíproco que une al niño con las personas significativas en su vida. Por ejemplo, el afecto profundo de la mamá por su bebé y de este por ella. No hay apego sin correspondencia afectiva.”

Este lazo afectivo que se genera entre dos seres es sumamente importante en la primera etapa de desarrollo de un niño, de hecho cabe mencionar las importantes consecuencias negativas que origina para ellos la carencia afectiva en sus primeras horas o primeros días de vida, como ocurre con bebés que lamentablemente han sido abandonados.

Beneficios de la crianza con apego.

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Los beneficios de la crianza con apego son múltiples según los especialistas y se relacionan principalmente con la salud emocional que le proporciona a un bebé el vínculo profundo con sus padres a partir de la primera infancia, ya que cuando los niños generan un vínculo sano, entienden que son validados como personas con necesidades y gustos particulares lo que los favorecerá de muchas formas tanto a corto como a mediano plazo.

  1. Se sienten mucho más seguros y tienen una autoestima positiva a lo largo de su vida.

  2. Son más empáticos.

  3. Se reducen sus niveles de frustración, se estresan menos y se enfrentan al mundo con una actitud confiada y predispuesta al disfrute y aprendizaje, libre de miedos.

  4. Se sienten valorados por las personas que más quieren y se sienten respetados en sus gustos, saben que cuando necesiten a su madre o a su padre ellos estarán dispuestos a ayudar.

  5. Duermen tranquilos, son predecibles.

  6. Saben cuál es su rol dentro de la familia, respetan a sus padres de forma afectuosa y, en resumen, son niños felices.

Formas prácticas para criar con apego

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En el embarazo es importante transmitir pensamientos positivos, estimular con música y muestras de afecto.

Estar atentos y evitar el llanto del bebé, descifrar sus necesidades y satisfacerlas pronto para evitar que la hormona del estrés lo inunde y no se dañen estructuras cerebrales.

Contacto piel con piel: Este contacto favorece el vínculo estrecho entre madre e hijo, además de favorecer la lactancia materna, regular la temperatura del bebé y evitar el estrés de la madre y el hijo posterior al momento del parto.

La verdad es que yo personalmente todavía en ciertas ocasiones lo practico, ya que si bien es importante practicar piel con piel al momento en que el bebé nace, es ideal seguirlo practicando durante los primeros meses de vida, porque la conexión que se genera en estos momentos ayuda al bebé a sentirse seguro y le produce bienestar tanto a él como a la madre.

Miradas: mira detenidamente a tu bebé, reconócelo, busca sus ojos, así lo ayudarás a crear su personalidad.

Caricias, abrazos y mimos: Esto hace que el bebé se sienta contenido. Todo pequeño necesita de un otro que lo sostenga y le brinde apoyo.

Cercanía: A los niños hay que transmitirles calor corporal. Al besarlos, mecerlos, bañarlos y alimentarlos, les infundimos tranquilidad.

Jugar y enseñarles: El bebé y los niños copian e internalizan la conducta de sus padres o de las personas más significativas para ellos, por eso es importante realizar juegos, reir, bailar y cantar con ellos.

Tomar en brazos: No importan los comentarios del tipo se va a acostumbrar a tus brazos. Tu bebé no se acostumbra a los brazos, tu bebé los necesita, es totalmente natural para él sentir que tiene en quien resguardarse y si no son los brazos de la mamá, entonces los de quién?

Porteo: Llévar al bebé en canguro, fular o mochila ergonómica les crea seguridad y los estimula. Así que mientras puedas cárgalo y permítele experimentar el mundo junto contigo.

Dormir juntos: El colecho ayuda a crear una conexión más fuerte entre la madre y el hijo, fortalece la seguridad y autoestima de los niños y ayuda a prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante (smsl).

Otros aspectos importantes

Es necesario también respetar los ritmos de tu bebé. Cada bebé es único, cada uno tiene sus propias formas, habilidades y tiempos, por lo que no es bueno tratar de acelerar sus procesos. Para ello es importante ir enseñándoles de acuerdo a sus capacidades, sin presiones, con paciencia y amor.

No lo dejes llorar. La crianza con apego supone no dejar al bebé llorar por largo rato son motivo, sólo con la intención de que aprenda. Los niños no saben manipular situaciones, por lo que si tienen alguna necesidad lo aconsejable es atenderla o explicarles y hablarles aunque parezcan no entender, porque si lo hacen.

Cómo saber si el apego es positivo.

El médico Fernando Pinto, Neurólogo Infantil, Jefe Servicio de Pediatría del Hospital Regional Coyhaique, en su artículo de Apego y lactancia natural de la revista de pediatría del 2007, indicó las características de los bebés con apego normal.

Recién nacido sano con apego normal:

  • Está siempre contento.

  • Mirada atenta, especialmente con su madre.

  • Se calma en brazos de su madre.

  • Buena succión y deglución.

  • Manifiesta su hambre y plenitud.

  • Adquiere un patrón de alimentación regular, sin cólicos.

Lactante de 6 a 12 meses sano con apego normal:

  • Alerta, sonriente, feliz, reactivo.

  • Mirada y actitudes proclives a la comunicación.

  • Comunicación vocal, táctil y mimico-gestual.

  • Prefiere a sus padres, en vez de otros adultos.

  • Disfruta la alimentación (¡Es un gourmet¡).

  • Comunica claramente hambre y saciedad.

  • Patrón alimentario y de sueño bien regulados.

Estos aspectos son ejemplificadores, ya que es muy común que al comienzo o cada ciertas etapas (recién nacido, 3 meses, etc) el bebé tenga problemas con algunos aspectos, ya sea en la lactancia, la comida o los cólicos que son frecuentes en algunos bebés.

Y si aún te quedan algunas dudas por ahí, mi recomendación es que consultes primero con tu instinto, ya que una mamá sabe cuanto ama a su hijo y cuanto se está esforzando por hacerlo lo mejor posible, y segundo, dile tus inquietudes al pediatra.

Sin temores.

No tengas temor de practicar la crianza con apego y cariño con tu bebé. Él no se va a “mal acostumbrar”, no crecerá mimado, no pasará años y años pegado a ti. De hecho muy probablemente en unos años decidirá espontáneamente dormir sólo, jugar sólo, comer sólo y ya no te necesitará como ahora porque se volverá independiente.
Así que olvídate de lo que dirán y cría siguiendo tu instinto.

Por otro lado nunca es tarde para comenzar a practicar este tipo de crianza. Recuerda que estamos en proceso de aprendizaje como mamás. Así que si sientes que necesitas mayor cercanía con tu bebé, este es el momento.

Disfruten esta etapa hermosa con sus bebés, porque el día que ellos ya no necesiten esa cercanía tan especial que se genera, la vamos a echar de menos.

Incluso mi bebé de 8 meses ya se ha vuelto un poco más independiente, aún necesita mis brazos, mi protección, mi cercanía en la noche, mi olor, pero hay momentos en los que puede jugar o explorar solito mientras yo lo miro, o incluso puede pasar algunas horas sin mí. Todo en apenas 8 meses, rapidísimo.

Tal y como dijeron w. Y m. Sears, “El tiempo de tener a su bebé en brazos, junto al pecho y en la cama es muy corto en relación con la vida total de su hijo. Aun así, el recuerdo de su amor y disponibilidad, duran toda una vida.”

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